lunes, 18 de abril de 2011

Jesús hijo de David

Mateo 1: 1 “Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham:”
Así comienza el Libro de David cuyo propósito es revelar la genealogía de Jesucristo, no queriendo decir que Jesús es un hijo natural del Rey David, puesto que si seguirnos leyendo la genealogía veremos que Jesús no tiene un padre terrenal por ser Hijo de Dios, en el verso 16 leemos: “Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.” Lo cual nos indica que no existe un registro de la paternidad de Jesús en la tierra sino la de María solamente.
¿Por qué entonces las escrituras dicen que Jesús es hijo de David? La expresión hijo de David fue utilizada en aquel tiempo para indicar que una persona de la raza israelita, descendía de la realeza o sea descendiente del Rey David. Los endemoniados eran muy susceptibles a reconocer esta descendencia en Jesús especialmente como lo vemos en Marcos 10,47 “Al oir que era Jesús nazareno, comenzó a gritar: --¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!” ya esto había sido profetizado desde el nacimiento de Jesús como vemos en Lucas 1,32 “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre;” la palabra padre debe tomarse como el tronco familiar de donde se desprende un descendiente, un hijo sin importar cuantas generaciones hayan transcurrido.
Jesús es hijo de David por descendencia real de su padre adoptivo José,el cual vimos en su genealogía: “Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.” No es de extrañarse decir que Jesús proviene de David, su padre por la descendencia de su padrastro José por cuanto José y María son una misma carne conforme la escritura que dice: Génesis 2,24 “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.”
Pero el punto a seguir no es si era o no carnalmente hijo de David, aunque así lo considera la escritura cuando dice: Romanos 1,3 “evangelio que se refiere a su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne,” sino que debemos entender porque la misma escritura dice que Jesús era hijo de David si su padre terrenal era José.
Las cosas de Dios son de orden espiritual y así es como debemos leer y entender las escrituras, veamos un aspecto importante porque a Jesús se le conoce como hijo de David. La verdad es que David tuvo varios hijos y entre ellos uno del cual se habla en la escritura llamado Salomón, Salomón es hijo carnal de David pero Salomón y Jesús tienen algo muy en común y eso lo vamos a explicar aquí.
Si han leído el Antiguo Testamento se habrán dado cuenta que los judíos caminaron por el desierto por cuarenta años dirigidos por Moisés rumbo a la Tierra Prometida y que Moisés conducía o mas bien era conducido por el Tabernáculo de Dios a lo largo de esa caminata. Pues una vez alcanzado y atravesado el rio Jordán, el Tabernáculo de reunión se perdió de vista porque Dios dispuso que se le edificara un templo, mismo que fue encargado a David con la orden que el edificador fuera su hijo Salomón, quien lo edificó. De manera que el Templo fue edificado por el Hijo de David y este acontecimiento es una figura o imagen delo que iba a venir, que Jesús edificare su templo o iglesia, tal como él lo prometió en Mateo 16,18 “Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no la dominarán.”
Salomón edificó el Templo y Jesús edifico su iglesia, esa es la figura mas imponente en su analogía como Hijo de David. El edificio de Salomón es de piedras y corresponde al Antiguo Testamento mientras que la iglesia de Jesús es de personas vivas y corresponde al Nuevo Testamento. No olviden que en el Antiguo Testamento las cosas son una figura de lo celestial o sea de lo espiritual, todo en el Antiguo Testamento es eso, una prefigura de lo que estaba por venir. En el Antiguo Testamento las piedras con las cuales se edificó el Templo corresponden a las almas del cuerpo de Cristo en el Nuevo Testamento. 1 Pedro 2,5 “vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.” 2 Samuel 12,30 “Después quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba un talento de oro y tenía piedras preciosas. Luego la pusieron sobre la cabeza de David, quien sacó muy grande botín de la ciudad.” 1 Reyes 10,10 “Luego dio ella al rey ciento veinte talentos de oro, mucha especiería y piedras preciosas. Nunca llegó tal cantidad de especias como la que dio la reina de Sabá al rey Salomón.”
Usted y yo, querido hermano, somos piedras preciosas vivas en ese edificio que es la iglesia o cuerpo de Cristo, por lo tanto tratemos nuestros cuerpos como algo precioso y santo para el Señor. .1 Corintios 6,13 “Los alimentos son para el vientre, y el vientre para los alimentos; pero tanto al uno como a los otros destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor y el Señor para el cuerpo.”

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