lunes, 26 de julio de 2010

EL AMOR AL PRÓJIMO

por gonzalo vega


Objetivo del estudio: Una motivación hacia el amor fraterno


Hemos estado tratando de concientizar a las congregaciones a una tarea que está un tanto olvidada y que es vertebral en el trabajo de la iglesia: el discipulado. A lo largo de los años en que iniciamos en el Centro Cristiano Calacoaya la Obra de Dios, insensiblemente hemos ido relegando la "gran comisión" y hemos ido cayendo en costumbre.


No todos los que asistimos regularmente a este Centro Cristiano, o a alguna iglesia cristiana, tenemos una misma visión. Por ejemplo, aquí en la encuesta de la semana pasada, de los miles que somos, sólo dieron su respuesta 700 personas, de las cuales la mitad quiere discipular y la otra mitad desea ser discipulada.


Sólo que de los 350 que quieren discipular, encontramos que unos no tienen cursos bíblicos, otros tienen algún problema en su estado civil y otros son de muy reciente ingreso. Así que haremos el trabajo de discipulado, si, pero tendremos que irnos un poco más despacio, debido a que habrá que ordenar antes algunos factores.


Nos tomará un poco más tiempo pero lo haremos. El día de hoy establezcamos el principio:


Texto base: Gálatas 5:14: Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.


Obedecer o cumplir toda la ley, es algo que a todos debe preocuparnos. El Señor dice que toda la ley y los profetas dependen de dos mandamientos: amar a Dios y amar al prójimo; es la síntesis de toda la Biblia, ya que Pablo dice ahí que toda la ley en esta sola palabra se cumple; de modo que si eso es todo lo que tenemos que obedecer, este mandamiento es ineludible:


Amaras a tu prójimo como a ti mismo, quiere decir que, así como nosotros nos cuidamos, nos guardamos, nos protegemos, nos amamos, así justamente hemos de considerar y amar a cualquier ser humano alrededor nuestro. Un mandamiento que Dios firmó con su nombre y dejó escrito hace miles de años:


Levítico 19:18 : No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová.


Hoy, es imperativo en medio de tanto egoísmo en que nos movemos: amar al que está junto, al más cercano, al que está próximo a nosotros, al prójimo. El mundo actual está tan acostumbrado a hacer mal al prójimo, que ya nadie lo advierte; hay acciones, las más simples que ya no se miran como maldad, porque el corazón de este pueblo se ha engrosado y con los oídos oyen pesadamente y han cerrado sus ojos (Mt 13:15); el mal se mira como si fuera bien y todos dicen: "es lo normal"... y será común, pero nunca "normal". Lo normal sería que todos nos amáramos y que nadie hiciera mal al prójimo, pero esta sociedad se ha deshumanizado y el trato suele ser cruel e intolerante.


Como integrantes del género humano, estamos comprometidos a valorar a cualquier otro ser humano, pero como cristianos, nuestra responsabilidad no termina ahí, sino que les somos deudores y estamos obligados a amarlos. No tengo que preguntarle si está de acuerdo, porque nos es impuesta necesidad.


¿Por qué si ya somos cristianos nos cuesta tanto amar? ¿Hasta cuando vamos a entender que sin amor no es posible el cristianismo? ¿Por qué le damos tantas vueltas, si el principio y el término de la vida es simplemente amor? Quizás porque no se ha entendido el concepto en su forma cabal o integral.


Sabemos muy bien que es amarnos a nosotros mismos, pero no los conceptos amor y prójimo, porque de entenderlos, este mundo ya sería cristiano.


El amor, se confunde con la amistad, el afecto, la simpatía, el cariño, el aprecio, el compañerismo, la relación, la afinidad, que serán hermanos pero no son amor. Y la palabra prójimo, o "próximo", tampoco nunca ha sido del todo entendida.


Veamos estos dos conceptos pero desde el punto de vista bíblico:


AMOR.- Una disposición del alma que nace de la inclinación por ayudar y asistir a los demás, sin esperar nada a cambio; es una disposición interna de desprenderse de algo propio en favor de otros; es una inspiración que lleva a considerar a los demás como superiores a uno mismo; es una vocación por hacer favores a todos los que nos rodean y servirles con entusiasmo.


1Juan 4:7-8: 7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. 8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.


Vea: El amor tiene un origen divino y eso es lo que nos constriñe a manifestarlo. Dice en el v19 que nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero, es decir, que nadie entenderá el concepto del amor si antes no conoce a Dios.


El amor es el máximo sentimiento; Pablo dice que acabarán la ciencia y la profecía, cesarán las lenguas, pero el amor nunca dejará de ser (1Cor 13:8 ). Pero el mundo no lo sabe, porque confunde el amor con atracción, emoción, seducción, enamoramiento, celos, fiebre, excitación, sexualidad, pasión, emociones todas que no están conectadas con el amor, que es de Dios.


El que ama, compadece, disculpa, apoya, condesciende, perdona y olvida; en cambio el que no ama, vive enfadado, resentido, triste y amargado. Siempre es más sencillo amar, pero como no nos fue enseñado como concepto, ha sido preciso abrir la Biblia para aprender y poder actuar el amor.


Hoy, como cristianos, conociendo al que nos amó primero y entendiendo su Palabra, no hay excusa para confundir el amor con ningún otro sentimiento.


PRÓJIMO.- Es cualquier individuo nacido en este planeta, hombre o mujer, sea incrédulo o creyente, por cuanto todos somos sujetos de redención, a quien por causa de ser un semejante, se nos está ordenado expresarle nuestro amor.


FORMA DE AMARLE.- Dice el mandamiento: como a ti mismo. Dios, que bien nos conoce, sabe que nos amamos mucho a nosotros mismos y ordena que de la misma manera, amemos a todos los que nos rodean sin distinción. Y Dios no sugiere, nos ordena y manda: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. La ley y cualquier otro mandamiento están sintetizados en ese precepto


Romanos 13:9-10 : 9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.


Al amar se cumple toda la ley y el amor es lo único que no hace mal al prójimo. Santiago está de acuerdo en que el amor al prójimo no hace mal, al contrario, dice hacemos bien al cumplirla y le llama a este mandamiento la ley real :


Santiago 2:8-9: 8 Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; 9 pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores. ¿Se da cuenta que no amar al prójimo es transgresión y es pecado?


Antes de entender el amor, éramos como aquel intérprete de la ley que le dijo al Señor: "¿Y quién es mi prójimo?". Hoy, ya no tenemos que preguntar eso. Estamos comprometidos a mostrar a propios y extraños que amamos al prójimo y de ellos, el prójimo más importante ¿sabe usted cuál es? Mi hermano


Gálatas 6:10: Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.


Todos los días tenemos oportunidad de hacer bien a todos, pero mire como se nos marca una preferencia por los de la familia de la fe, los hermanos. Usted tiene que amar a ese hermano(a) como se ama a usted mismo


¿Cómo? De los procedimientos para amar, la Biblia es muy amplia en recomendarlos


Romanos 15:2: Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.


A nadie tengo que explicarle lo que es bueno: lo haremos para edificación. No parece muy difícil; eso es amar y una de las mejores formas de amar al prójimo es comunicarle la salvación, la redención que Jesucristo nos hizo: promover que el incrédulo deje su vana manera de vivir y abrace la fe en Jesucristo.


Y decíamos semanas atrás, que quizás somos muy listos para llevar prójimos a la reunión cristiana y luego abandonarlos ahí para que regresen a sus antiguos pecados, en lugar de darle por un tiempo, un seguimiento para que se afirme en la fe. Eso es el discipulado. Es una forma básica y fundamental de amar al prójimo.


Por eso estamos invitando a las iglesias a usar esta forma de amar al prójimo, discipulándole no sólo para que entre al Reino, sino para que pueda aprender el amor de Dios al través del amor nuestro


¿Qué diferencia hay entre uno y otro? El amor humano es limitado: Si usted sale muy bendecido de una reunión cristiana multitudinaria, la Palabra le llenó el corazón de amor; va hasta cantando, pero llega al estacionamiento, y la hermana que está delante de su auto se tarda 20 minutos en dejarlo salir ¿qué pasa?


Se le acaba el amor, porque el amor nuestro es muy limitado, en cambio con el amor de Dios usted le diría a la hermana: "¡Dios le bendiga hermanita! Me dio ocasión de alabar al Señor 20 minutos más... otro día tárdese otro poquito!"


La acción del discipulado, como Jesús la diseñó es algo que hará una iglesia fuerte y madura; y eso será lo que haga diferencia entre cristianismo y religión, porque el cristiano, trabaja constantemente para hacer a otros, discípulos de Jesús.


¿Qué características tiene el amor al prójimo? la Biblia le llama el amor fraterno, que no necesariamente es entre hermanos de sangre en una familia, sino que también puede hablarse de amor fraterno entre hermanos en la fe de Jesucristo.


Dice Hebreos 13:1: Permanezca el amor fraternal. Pablo dice: Amaos los unos a los otros con amor fraternal (Ro12:10). Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a otros (1Ts 4:9).


Estos son textos todos conectados entre si y que nos invitan a amar al prójimo y el apóstol Pedro invita a añadir a la piedad, afecto fraternal y al afecto fraternal, amor.


1Pedro 1:22 : Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro. Este texto es muy cercano a las características del amor según Pablo:


1Timoteo 1:5 : el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida.


1) El amor nacido de corazón limpio.- Pablo dice: corazón limpio; Pedro dice: corazón puro; es lo mismo que el Señor dijo en el sermón del monte (Mt 5:8) : Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.


David decía: Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio (Sal 51:10). Y es que si la limpieza da acceso al lugar santo, con mayor razón al amor.


Salmos 24:3-5: 3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? 4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. 5 El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.


El amor al prójimo, nace en un corazón si prejuicios, donde no hay una intención sucia, o pecaminosa; manos limpias, condición de amor al prójimo; corazón limpio, una determinación de bendecir a otro, sin parcialidad, sin injusticia.


2) Buena conciencia.- Esto es el discernimiento interior del bien, para apartarse del mal. Dios dice en la ley: os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas (Dt 30:19).


Según Pedro, una buena conciencia obedece a la Verdad, obedece a Dios. Quien tiene una buena conciencia y se ama a si mismo, escoge sólo el bien, la vida, la bendición y bajo ese mismo discernimiento amaremos al prójimo, escogiendo para él solamente el bien, la vida y la bendición


3) Fe no fingida.- Aquí refiere a no disfrazar el sentimiento, a no simular que amamos, a no disimular el amor, no encubrirlo, no aparentar, no fingir el amor. Pedro dice que por esa causa el camino de la verdad será blasfemado; el apóstol condena las palabras fingidas. Y su veredicto sobre quienes fingen el amor es muy grave, porque dice: Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme (2Ped 2:2-4).


Con ese panorama, nosotros cristianos hemos de comprobar de qué manera estamos tomando el mandamiento ¿Cómo estamos amando al prójimo? ¿En forma desenfadada? ¿O nos dispondremos a hacerlo como Dios dice?


Digo todo esto, porque tratándose de discipular a otra persona, el primer paso para poder lograrlo es mostrarle no el amor nuestro, sino el amor de Dios. Y eso no se puede hacer sin un corazón limpio, sin una buena conciencia y sobre todo en una forma fingida, algo que vamos adquiriendo conforme crecemos. y que lo aceleramos cuando nos decidimos a discipular a otras personas


Conclusión:


Hay dos tipos de cristiano: el que discipula y el que necesita ser discipulado ¿Quién de ellos mostrará primero el amor al prójimo? El que va a discipular.


Para los que discipularán, ya vimos hoy lo que necesitamos y las formas sólo le ruego no visitar a las horas de comida; deje que ellos le fijen la cita. Y cuando usted llegue, no predique, sólo dice a la familia: ¿Tienen intenciones para que oremos por ustedes? Y una vez que haya orado, usted se retira. Recuerde que lo único que va a mostrarles es el amor de Dios al través del suyo.


Cuando tenga dudas de cómo realizar el discipulado, no invente, no improvise, pregunte a la Oficina de Evangelismo y le vamos a asistir en todo momento (datos abajo).


Ahora, para los que va a ser discipulados, hermanos(as): Déjense querer. Si alguien le llama o le visita, recíbalo, no tenga pena, ni miedo del hermano(a). Esa visita será solamente para darle un poco del amor de Dios e indicarle cómo puede usted comprender mejor la vida cristiana. Le van a enseñar principios.


Usted no está obligado(a) a nada, ni dar dinero, ni alimentos; sólo recibir a quien le visite y dejarse guiar por los pasos que se le van a ir indicando. Usted fija la fecha, el día, la hora y el tiempo. Si usted dice "tengo media hora", suficiente.


Quien le visita sólo va a orar con usted y le va a amar; si usted tiene preguntas podrá hacérselas y quien le dé respuesta, será breve, para no interrumpirle ni en sus tareas de casa, ni en su actividad diaria, ni en su intimidad familiar.


Si hay algún enfermo en casa, permita que quien le discipula, ore por el enfermo. Si le falta trabajo, deje que quien le discipula, le ayude a conseguir algún empleo. Si hay alguna carencia, permita que se ore para que Dios supla su necesidad. Si se le presenta algún problema, su discipulador va a ministrarle lo necesario.


Va a sentir en cada visita, el amor de Dios; vuelvo a decirle ¿se dejará querer?


Iremos poco a estableciendo la relación entre los que discipulan y los que van a recibir el discipulado.. la tarea no es sencilla, ni de un día para otro, debido a que nosotros somos una congregación grande, pero como estamos obedeciendo, la comisión que Jesús dejó ordenada, el nos va a ayudar a unos y a otros.


Oremos que haya entendimiento en todos para esta tarea vertebral en la vida de la iglesia

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